El líder opositor venezolano, Edmundo González Urrutia, ha denunciado este martes el secuestro de su yerno, Rafael Tudares, en Caracas. Según González, Tudares fue interceptado por hombres encapuchados vestidos de negro mientras llevaba a sus hijos al colegio, siendo forzado a subir a una camioneta dorada con la placa AA54E2C. Desde entonces, se desconoce su paradero.
Contexto político y reacciones internacionales
Este incidente ocurre en un momento crítico para Venezuela, a solo tres días de la prevista toma de posesión de Nicolás Maduro para un nuevo mandato presidencial. González Urrutia, quien se encuentra de gira por América recabando apoyos internacionales, ha sido reconocido como presidente electo por varios países, incluyendo Estados Unidos. Durante su estancia en Washington, González se reunió con el presidente Joe Biden, quien expresó su respaldo al retorno de González a Caracas para asumir la presidencia el 10 de enero.
El Departamento de Estado de EE. UU. ha condenado el secuestro de Tudares, calificándolo como un acto de intimidación por parte del régimen de Maduro contra la oposición. La comunidad internacional ha manifestado su preocupación por la escalada de represiones en Venezuela, especialmente en el contexto de las disputadas elecciones presidenciales del 28 de julio, que han sido ampliamente cuestionadas por su falta de transparencia y legitimidad democrática.
Situación actual y próximos pasos
González Urrutia ha cancelado parte de su agenda en Estados Unidos tras el secuestro de su yerno y planea continuar su gira por América Latina antes de regresar a Venezuela el 10 de enero. La oposición venezolana ha convocado a manifestaciones en Caracas para el 9 de enero, en protesta por la toma de posesión de Maduro y en apoyo al retorno de González. La situación en Venezuela sigue siendo tensa, con denuncias de represión y violaciones de derechos humanos por parte del gobierno de Maduro.
Conclusión
El secuestro de Rafael Tudares añade una nueva capa de complejidad a la ya tensa situación política en Venezuela. La comunidad internacional observa de cerca los acontecimientos, mientras el país se prepara para posibles enfrentamientos en los próximos días.